Para algunos estudiosos, esta raza sería autóctona de Suiza y más específicamente de la región de Appenzell. Sin embargo, la tesis con mayor fundamento es la que lo hace descender, al igual que todos los perros cabañeros de origen suizo, del antiguo Mastín tibetano. De todos modos, su origen es muy remoto y sus características han sido fijadas desde hace siglos como lo testimonian algunas de sus representaciones en grabados y cuadros de diferentes épocas.